Clases de Hombres volver

  • Tipo batidora: Crees necesitar uno pero no sabes realmente para qué.
  • Tipo café: Los mejores son ricos, calientes, con cuerpo y te mantienen despierta toda la noche.
  • Tipo cemento: Después de esparcidos tardan un buen rato en ponerse duros.
  • Tipo chocolate: Dulces, suaves... y generalmente se van directo a tus caderas.
  • Tipo clima: Nada se puede hacer para cambiarlo.
  • Tipo coche usado: Fáciles de obtener, y baratos, pero nada fiables.
  • Tipo estacionamiento: Los buenos ya están ocupados y los que quedan son para minusválidos o son demasiado pequeños.
  • Tipo fotocopiadora: Solo sirven para reproducir.
  • Tipo hielera: Llénalos de cerveza y te los podrás llevar a donde tú quieras.
  • Tipo horóscopo: Siempre te dicen qué debes hacer y generalmente están equivocados.
  • Tipo minifalda: Si no tienes cuidado se te suben por las piernas.
  • Tipo popcorn: Te satisfacen pero sólo por un ratito.
  • Tipo rimel: Corren a la primer lágrima.
  • Tipo rizador de pelo: Siempre están calientes y enredados en tu cabello.
  • Tipo tormenta de nieve: Nunca sabes cuándo se viene ni cuántos centímetros tendrá ni cuánto puede durar.
  • Tipo vacaciones: Gastas una fortuna en ellos y Nunca te satisfacen totalmente.
  • Tipo zapato de tacón: Una vez que le has tomado la medida, son fáciles de pisar.


El Hombre Computarizado
  • Hombre Backup: usted cree que tiene lo suficiente, pero a la hora de "vamos a ver" le falta algo.
  • Hombre CPU: por fuera pareciera que tiene de todo, pero por dentro está casi vacío.
  • Hombre Datawarehousing: Le dice todo, menos lo que realmente le interesa.
  • Hombre D.O.S.: todas lo pidieron algún día, pero nadie lo quiere ahora.
  • Hombre e-mail: De cada diez cosas que informa, ocho son tonterías.
  • Hombre Excel: dicen que hace muchas cosas, pero usted tan sólo lo utiliza para las cuatro operaciones básicas.
  • Hombre Harddisk: se acuerda de todo, todo el tiempo.
  • Hombre Internet: de difícil acceso.
  • Hombre Lector CD: Cada vez son más rápidos. ¡Cuidado!
  • Hombre Microsoft: quiere dominarla, e intentará convencerla de que eso es lo mejor para usted. Idea planes para enfrentarla con otras mujeres y promete que hará lo que usted quiera si usted deja de ver a todos sus amigos. Sin que usted lo perciba, poco a poco será el único en su vida. Llegará un día en que hasta para ir al baño tendrá que pedirle permiso.
  • Hombre Monitor: Le hace ver la vida con los más lindos colores.
  • Hombre Mouse: funciona sólo cuando es arrastrado sin miramientos.
  • Hombre Multimedia: hace que todo parezca bonito.
  • Hombre Paintbrush: puro adornito y nada de sustancia.
  • Hombre Powerpoint: solamente Bill Gates tiene la paciencia para aguantarlo por más de media hora.
  • Hombre RAM: aquel que olvida lo que hace apenas se desconecta.
  • Hombre Scandisk: sabemos que es bueno y que sólo quiere ayudar, pero en el fondo nadie sabe realmente qué está haciendo.
  • Hombre Screensaver: no sirve para nada, pero te divierte.
  • Hombre Servidor: siempre está ocupado cuando usted lo necesita.
  • Hombre Usuario: No hace nada bien y pide más de lo que ofrece.
  • Hombre Virus: también conocido como esposo molesto, cuando usted menos lo espera, se instala y va apoderándose de todos sus espacios. Si usted intenta desinstalarlo, va a perder algunas cosas; si no lo intenta, pierde todo.
  • Hombre Windows: todo el mundo sabe que no sirve, pero nadie vive sin él.
  • Hombre Word: tiene siempre una sorpresa reservada para usted y no existe nadie en el mundo que lo comprenda totalmente.


El Hombre electrodoméstico
  • El Hombre freezer: es el típico que está y a su vez no está; de hecho uno sabe a que va, pero no se recibe respuesta alguna. Además en plena acción, dicen incoherencias que en realidad parece un chiste. Demás está decir que se olvidan del paseo que están haciendo, por ende, el timón queda en nuestras manos, entonces nos quedan dos alternativas, una es la de seguir navegando, y la otra es la de abandonar la travesía. Una mujer con todas las letras se hace cargo de algo que no se esperaba y le da uno de los mejores paseos de su vida, aparte le demuestra que no siempre dependen de ellos y que son capaces de muchas cosas. Como para rematarla, dudan de su accionar, entonces preguntan que puntaje les damos, obviamente ni lo dudamos en levantarles el ego, ya que estuvimos mintiendo todo el rato, sería en vano sincerarnos a último momento.
  • El Hombre microondas: es el desesperado, que en dos minutos cocinó todo. Ni te enteraste si puso la comida, o si quedó fuera, lo único que escuchaste fue el pip, pip y vos como si nada. Solo sentiste un par de vueltas, un poco de calor y ruido ajeno. Obviamente que el calor no es nuestro, lo percibimos cuando ponemos el dorso de nuestra mano sobre el vidrio del horno microondas. Lo que sí hay que tener en cuenta, es el tamaño del horno, ya que hay diferentes capacidades y por ahí uno quiere poner un pollo y no entra, no queda otra que trozarlo o apretarlo un poco para que entre, a veces cuesta hacerlo entrar, pero tenemos que quedarnos tranquilas de que si pudo entrar, seguro va a salir.
  • El Hombre lavavajillas: es el que te da vueltas, hace pura espuma, pero al final, notas que te falta algo, tenés un vacío que pareciera que se olvidaron de poner la vajilla en el electrodoméstico. Por lo general, los lavavajillas no lavan bien los platos, son puro espamento, necesitan darle una buena cepillada para que estos brillen.
  • El Hombre secarropas: es el que va a 300 grados de revolución, no para a no ser que lo pare una y encima te deja seca. Por lo general, tienden a ser un poco brutos, no tienen en cuenta el estado de una. Si uno pone mal la ropa en el koh-i-nor, el tambor se mueve para todos lados, es hasta que le encontremos la vuelta. Aparte no podemos poner más ropa de la que corresponde, porque obviamente algo quedará afuera (quién será la agraciada), será en dos tandas, que le vamos a hacer.
  • El Hombre multiprocesadora: es el típico arrebatado, que quiere hacer todo a la vez, y no puede (a veces no le dan las manos). En la multiprocesadora se maneja de a una función por vez, o batís o amasás, una de dos. Lo tradicional es que primero te batan cualquiera, después te amasan algo (en este caso puede ser al revés), y terminan haciéndote un licuado de banana (te lo comés, lo guardás, o lo tirás). De los aderezos mejor ni hablemos, ellos le ponen banana y leche y a hacerla andar, pocos se acuerdan del azúcar, no se dan cuenta que un poquito de dulzura es mejor. El lugar donde uno haga el licuado, es lo de menos, cualquier enchufe les viene bien.
  • El hombre lavarropas: el ideal. Te mueve de un lado para el otro, por ahí te da unas vueltas, descansan los dos juntos como lo hace el agua, la ropa y el jabón y como si fuera poco, quedas impecable después de una buena enjuagada y centrifugada. No importa el modelo del lavarropas, la leyenda dice que cuando más nuevo, más resistencia tiene, eso es relativo, porque los hay de muchos años y se la bancan. Además hay que tener en cuenta la "calidad" del lavado y no la "cantidad" del producto que se utilice, porque por ahí un buen jabón por poco que se ponga, lava bien, y si usamos uno de menor calidad, pero en gran cantidad, algunas veces tienden a hacer espuma, no lava bien, y encima, después no te podes mover porque la ropa te quedó acartonada.