El remero | volver |
La decisión pasó a la esfera de planificación estratégica para el año próximo, con una reestructuración que calaría en lo mas profundo de la delegación. En 1995, producida la largada de la nueva competencia, el equipo japonés volvió a adelantarse desde el comienzo. Esta vez el equipo venezolano arribo a la meta dos horas mas tarde. El nuevo análisis del Comité Ejecutivo arrojó los siguientes resultados:
La conclusión del comité fue unánime y lapidaria: "El remero es un incompetente". En 1996 se le presentó una nueva oportunidad al equipo venezolano. El departamento de Nuevas Tecnologías y Negocios había puesto en marcha un plan destinado a mejorar la productividad, introduciendo novedosas modificaciones en la organización que generarían, sin lugar a dudas, incrementos substanciales de efectividad, eficiencia y eficacia. Serian la llave del éxito, el broche de oro de un trabajo que humillaría al mismísimo Peter Drucker. El resultado fue catastrófico. El equipo venezolano llegó tres horas mas tarde que el japonés. Las conclusiones revelaron datos escalofriantes:
Luego de varios días de agotadoras reuniones y profundo análisis, el comité decidió castigar al remero quitándole "todos los bonos e incentivos por el fracaso alcanzado". En la reunión de cierre, el comité junto con los accionistas representativos, concluyeron: "Recurriremos a la contratación de un nuevo remero, pero a través de un contrato de outsourcing, con el objeto de no tener que lidiar con el sindicato y no estar atado a convenios laborales anquilosados, que sin duda, degradan la eficiencia y productividad de los recursos". |